Una boda ibicenca es una forma diferente y original de vivir el día más importante de tu vida. Inspirado en el ambiente hippie de los años 60, es ideal para novios modernos a los que no les guste celebrar una boda al estilo tradicional y con tantos preparativos que en muchas ocasiones acarrean más de un dolor de cabeza.
Una boda ibicenca, aunque está pensada hasta el último detalle, desde el lugar de la celebración hasta la ropa de la boda ibicenca, ha de dar la impresión de que ha sido prácticamente improvisada. Y es que la sencillez en todos sus aspectos es la clave para celebrar un enlace al estilo ibicenco
El lugar de la boda ibicenca
Aunque la cuna de las bodas ibicencas es lógicamente Ibiza, daremos algunas ideas para aquellas parejas que quieran celebrar su boda al estilo ibicenco en algún lugar diferente, eso sí, siempre recomendando que comparte algunas características del estilo mediterráneo.
En Ibiza hay muchas opciones diferentes donde se puede celebrar la ceremonia nupcial. Si la boda tiene lugar al aire libre, siempre tenemos la incertidumbre de que la climatología nos juegue una mala pasada, pero perdemos parte de la magia de celebrar la boda en un entorno natural.
Boda ibicenca en la playa
Sin duda el lugar soñado para muchos es celebrar la boda ibicenca en una playa. Poder disfrutar de un día tan importante frente el mar es todo un lujo. Hay muchos lugares en Ibiza donde se puede celebrar este tipo de uniones, y es totalmente recomendado, por ser lo más fresco, sencillo cómodo y agradable. Se recomienda celebrar la boda en verano, aprovechando las largas tardes y las noches cálidas que se viven junto al mar.
Boda ibicenca en iglesia
La magia de las iglesias en Ibiza es incomparable. Inluso a los que no son muy devotos de acudir a la iglesia, celebran su boda en una iglesia ibicenca, puesto que la sencillez de estos edificios aseguran un marco idílico para nuestra boda ibicenca.
Las iglesias más solicitadas para las bodas ibicencas son de los pueblos más pequeños, donde el entorno natural es más agradable. Iglesias como las de San Lorenzo, Santa Inés o San Miguel han sido escenarios de muchísimas bodas ibicencas, incluidas las de muchos famosos. Pero sin duda la iglesia preferida de los novios es la pequeña iglesia de San Francisco, ideal para pequeñas ceremonias íntimas al lado de Las Salinas. El atardecer desde esta iglesia es el escenario perfecto para una boda ibicenca.
Ropa para boda ibicenca
La ropa que tradicionalmente se ha usado para una boda ibicenca tiene unos patrones muy definidos. Tanto para el novio como para la novia ibicencos se usan trajes de color blanco. La ropa es transpirable, ligera, de materiales sencillos y naturales como el algodón y especialmente el lino.
Sin duda, la ropa realza las figuras de los novios dándoles una imagen moderna. Esta imagen se puede mejorar aún más si los novios tienen la piel de ese color tostado que a todos nos coge en verano, que contraste con el color blanco de la ropa clásico de una boda ibicenca. La idea es que la ropa de una boda ibicenca se lleve de la manera más natural y cómoda posible, para que los novios solo se preocupen de disfrutar del inolvidable día que tienen por delante.
Estilo en las bodas ibicencas
Además de la ropa y el lugar de celebración de la boda ibicenca, hay muchos otros detalles que hacen de este tipo de bodas algo muy especial. Aunque realmente todo lo que rodea a una boda ibicenca siempre ha de tener la misma tendencia: ir hacia la sencillez.
El maquillaje de la novia ibicenca ha de ser natural: simplemente una base de maquillaje y unos ligeros retoques para realzar los rasgos naturales. En cuanto al pelo, se opta por dejarlo suelto, al natural, y como mucho adornarlo con una pequeña diademas o algunas flores blancas por el pelo.
El calzado para una el novio y novia ibicencos suelen ser zapatillas de esparto, sencillas chanclas. Debe dar la impresión de que nos hemos arreglado para ir a la playa. Solamente reduciendo los detalles, conseguiremos una boda ibicenca sencilla, en la que nos encontremos a gusto de forma totalmente natural.
Las bodas de Susana 